En el año 2014, hartos de vernos obligados a desarrollar software mediocre que además nos hacía infelices, tres ingenuos navarros decidimos darle una vuelta y media a esta realidad.

Convencidos de que era posible hacer aplicaciones de calidad, crear un entorno en el que todas las personas que intervienen en el desarrollo de software estuvieran felices, y que el trabajo puede ser algo más que una simple obligación, dimos vida a 540.

Empezamos siendo tres personas, pero después de diez años hemos terminado formando un joven equipo de veinticinco personas capaces de desarrollar proyectos ambiciosos y de demostrar que se pueden hacer las cosas bien. Además, hemos conseguido crear una fuerte cultura interna, nos importa cómo hacemos las cosas, con un propósito y que tenga sentido, y con quién las hacemos, en equipo, poniendo a las personas por delante e intentando que sean felices. Todo esto acompañado con un amplio catálogo de extraescolares con las que disfrutamos parte de nuestro tiempo libre: pádel, ciclismo, fútbol, salir de fiesta, juegos de mesa… Sean cuales sean tus gustos, en 540 encontrarás a alguien con quien podrás compartirlos.

Siempre hemos tenido muy claro que desarrollar software es una actividad de equipo y que las personas de 540 son lo primero. A veces, nos dicen que somos un poco “pesaos” y es verdad, somos gente pasional, nos gusta lo que hacemos e intentamos hacer las cosas con cariño, compromiso y energía. Si nos proponemos algo y creemos en ello, lo damos todo, sea con un nuevo proyecto, organizando una conferencia como la Pamplona Software Crafters o en Zentral. De ahí también nuestro nombre, 540, de 540 grados, darle vuelta y media a todo lo que tengamos entre manos.